The Beguiled (2017 y 1971)

The Beguiled - Neon Films

Fotograma obtenido de la película «The Beguiled»

Una de las películas más esperadas del 2017 llegó de la cámara de la extraordina Sofia Coppola y de la historia del escritor estadounidense Thomas Cullinan, quien publica su novela en el año 1966. Coppola realiza una segunda adaptación de dicha novela, teniendo como contraparte la de Don Siegel en 1971, protagonizada y producida por Clint Eastwood.

La historia está ambientada en el sur de los Estados Unidos, en el momento de la Guerra Civil en 1861, donde un soldado yanqui es encontrado herido por una niña en medio del bosque. La niña lo lleva consigo a la escuela para jovencitas donde vive durante la guerra, junto a la directora de la escuela, una maestra y unas pocas niñas más.

El relato, de un terror atípico y fascinante, se centra en la atracción que las mujeres sienten por este desconocido e inesperado visitante, sacando a relucir diferentes facetas del deseo de ambos bandos.

Por tratarse el deseo como tema central, es muy interesante descubrir ambas películas, ya que a pesar de no haber leído el libro y no poder decir con propiedad cuál de ambos filmes se acerca más a la realidad del relato literario, el foco de ambos en cuanto al rol del hombre y de la mujer en las cintas es totalmente distinto.

The Beguiled - Neon Films

Fotograma obtenido de la película «The Beguiled»

Siegel, vertiendo su arte en Eastwood, quien se conoce por sus papeles de “hombre duro”, juega con su sensualidad de una manera evidente y antipática. Al llegar a la casa sabe lo que provoca en aquellas chicas, haciendo de su deseo algo con lo cual divertirse durante su estadía. El juego de seducción es demasiado común, pero es plasmado de una manera maquiavélica, la guerra de poder entre ambos sexos que se debaten por desear y ser deseados, una guerra que en apariencia sólo Eastwood puede ganar.

Coppola, por otro lado, con el irlandés Colin Farrell en el papel del Corporal herido, vuelve a éste el instrumento del deseo de las chicas, contrariamente a la cinta del 71, donde las chicas eran el objeto de deseo del protagonista. De una manera macabra, son ellas las que juegan con la mente del soldado, son ellas quienes deslumbran su poder en elegantes tomas, expresiones sombrías y actuaciones fascinantes. Nicole Kidman en el papel de la directora de la escuela es impresionante, con qué frialdad y sensualidad demuestra que es el matriarcado el elemento dominante y que es el hombre quien debe rendir tributo a las mujeres y saciar sus deseos.

Kirsten Dunst, una favorita de Sofia Coppola, con un papel que se oculta bajo la depresión, es realmente interesante. A pesar de no entender por qué esta actriz es tan aclamada por la directora, dentro del papel de la maestra oscura, logra representar ese vacío exasperante en el que vive, con su expresión moribunda y desligada de la realidad.

The Beguiled -Neon Films

Fotograma obtenido de la película «The Beguiled»

Elle Fanning…esta niña a quien hemos visto convertirse en mariposa es increíble. Su forma discreta, pero a la vez tan directa de seducir es tentadora, ya nos ha mostrado indicios de esto en The Neon Demon (2016). Todas las niñas que conforman la escuela parecen cuidar una tonalidad perfecta que va desde sus vestidos, hasta sus palabras. Es una cadena hermosamente creada que muestra los distintos niveles de inocencia y de deseo, cada una de ellas obsesionadas con el Corporal desde diferentes puntos de vista.

Las chicas de Siegel representan cada una, un aspecto diferente de la mujer, casi de manera panflética: la juventud, la virginidad, la experiencia, la inocencia… mientras que las de Coppola sólo desprenden poder. Sin importar la edad, hasta la más joven tiene un poder hipnótico sobre el soldado.

Dentro de ambas películas la simbología es un recurso muy bien utilizado, pero en algunos casos el significado es distinto, como por ejemplo la mutilación, representando en ambas la venganza pero siendo evidente en la de Coppola el símbolo de la castración. Tan diferente fue el trato que ambos directores le dieron a sus respectivas películas que a Coppola se le aclama su feminismo siempre bien representado en sus obras, mientras que a Siegel se le trató de misógino. El trato por parte de los espectadores ha sido también distinto, sin embargo, algo en común es que estas cintas siguen teniendo mayor valor para los críticos que para el público.

The Beguiled - Neon Films

Fotograma obtenido de la película «The Beguiled»

La de Seigel, fue un fracaso comercial en el 71 y la de Coppola marchó muy bien en festivales, pero el público parece no lograr apreciarla de la manera en que se merece, al igual que no supieron apreciar la joya de Don Siegel, entre otras cosas, por haber abordado un tema que no se tocaba de manera tan explícita en el cine de la época.

Ambas con una estética que roba el aliento y una fotografía impresionante, pero con estilos distintos: la obra de Siegel más sombría, crea una atmósfera desesperante, mientras que la elegancia pictórica tan perteneciente a Coppola, juega con la seducción de una manera inquietante, lenta, demasiado sobria, sin apuros, detallada y fuerte.

Dos obras sublimes, atemporales y diferentes, que representan muy bien la apertura mental de la sociedad de cada una de sus épocas, desde la elección de sus personajes principales, pasando por los hermosos colores y la manera en que la historia se despliega en ellos, igualmente por la inmovilidad de los planos tan de Coppola y la experimentación de los planos de Siegel, hasta llegar a liberarnos del cine comercial, de lo común, de lo cerrado, para ponernos frente a una realidad social demasiado palpable e identificable para todos aquellos que logramos perdernos en la magnificencia de estas obras incomprendidas.

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