Fotograma obtenido de la película «Tan de repente»

¿Querés coger?

Es la primera frase del libro del argentino César Aira, La Prueba, publicado en 1992, quien hace caer al lector dentro de un juego de amor, seducción, sexo y amistad de la mano de sus particulares personajes. Debido a esto, no me parece casualidad que el director también argentino, Diego Lerman haya caído en la tentación de llevar esta obra a la pantalla grande.

Lerman ya había jugado con La Prueba de Aira al hacer un cortometraje para la universidad en 1999, luego en el 2002 la retoma para llevarla esta vez al cine como un largometraje, bajo el nombre de Tan de repente, permitiéndolo ser partícipe de lo que se desarrollaba en el país latinoamericano: el nuevo cine argentino.

Fotograma obtenido de la película «Tan de repente»

Es una película hermosamente filmada en blanco y negro lo cual aporta una gran cuota de melancolía y soledad, con planos que pasan de ser totalmente alejados a primeros planos que suponen una intimidad mucho mayor entre el espectador y el actor.

A pesar de ser una producción basada en la obra literaria de César Aira, no la sigue al pie de la letra, lo que de por sí, le otorga al film un carácter vanguardista de alguna manera, ya que a pesar de basarse en la obra, en un momento del camino rompe totalmente con ella, deformándola y haciendo de su historia, una historia diferente, con las bases de Aira pero al estilo de Lerman.

El director se basó en los personajes del libro los cuales conservan su esencia y sus nombres: Mao, Lenin y Marcia, lo que nos conlleva a un referente político y podemos juzgarlo de igual manera gracias a las características y comportamiento de cada uno de los personajes, siendo Mao y Lenin dos chicas punk y Marcia una tímida chica con sobrepeso. Sin embargo, lo que considero más fundamental del libro (la famosa prueba y el desenlace), Lerman decide cambiarlo y hacer de esta obra algo distinto, positivamente distinto. El que sea más o menos interesante que el libro, eso ya queda por parte de cada espectador y lector.

En la película, el final es muchísimo más edulcorado y no deja muchos cabos sueltos. Es un final casi rosa, muy hollywoodense si se quiere.

Fotograma obtenido de la película «Tan de repente»

Tanto en la película como en el libro se tratan dos elementos que creo merecen ser analizados como lo es el amor  y lo nuevo en lo desconocido. Pero no deben ser analizados como conceptos individuales sino el trato que tanto Lerman como Aira le da a cada elemento.

El amor para Aira,  escritor vanguardista, es un sentimiento extremo y con connotaciones negativas, donde la única manera de probarlo se encuentra en la acción. En la acción puramente realizada. No hay nada más que importe. Para Aira, el amor se ve representado en su máximo esplendor bajo la forma del horror, del miedo, de la muerte. Mientras que para Lerman a pesar de también tratarse de un sentimiento extremo, éste es más positivo (por clasificarlo de alguna manera). Ese amor se traduce en la belleza, en la complacencia como prueba del amor, en el descubrimiento y en la amistad. Dejando claro que para el amor no hay barreras, ni de género, ni de distancia. Sólo existe el amor, y en este caso es el amor a lo nuevo, a esas dos chicas imposibles de clasificar.

 Y es cuando presento el siguiente punto: lo nuevo en lo desconocido, lo cual para Aira es una parte esencial del vanguardismo. Lo nuevo radica en lo que no se conoce, y creo que en este punto, tanto el escritor como el director estuvieron de acuerdo y supieron representarlo muy bien; de diferentes maneras, pero el punto fue claro.

Lo nuevo es la representación de las punks dentro del mundo de Marcia. Son esas sensaciones que la acompañan a lo largo de la obra fílmica y literaria. Es esa imagen de chicas imposibles de encasillar. Es esa mirada a la sociedad argentina que a pesar de que creemos que todo está frente a nuestros ojos, no es así. Hay capas y capas de personas, de sentimientos y de vivencias ocultas que la curiosidad, en este caso la de Marcia, se apresura por pelar y descubrir. Son todos los sentimientos que vienen con ello, la emoción, el miedo, el amor  y el odio.

Fotograma obtenido de la película «Tan de repente»

“Si todo está permitido, todo se transforma” tal cual escribe Aira, y tanto el cine como la literatura argentina se están permitiendo nuevas formas de expresión, lo cual les permite transformar, crear y recrear, para que nosotros, sus humildes observadores, podamos ser partícipes de un mundo imaginario que se vuelve real al deshacerse en las palabras y en las imágenes de estos grandes argentinos.

 El cine argentino, que es uno de los más desarrollados en América Latina,  ha sentido la necesidad constante desde hace años de realizar films de ruptura, desligándose del viejo cine argentino y molde latinoamericano y tradicional. Se han sentido obligados a marcar la diferencia y en muchas producciones no lo consiguen, ya que se convierte quizás en cine de vanguardia para Argentina pero a nivel global, vemos que es prácticamente una copia del cine europeo o estadounidense más avanzado.

Pero lo más importante es que poco a poco, los artistas argentinos se van interesando más y más en romper los moldes a los cuales estamos socialmente sometidos en Latinoamérica, y a pesar de que podemos plantearnos la cuestión sobre si la vanguardia existe aún o no como movimiento (ya que todo aparentemente ha sido recreado muchas veces), podemos decir que para el caso de Latinoamérica, el simple hecho de atreverse a hacer algo diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, a mostrar personajes en la gran pantalla que existen pero que no queremos aceptar, a tratar temas que el latinoamericano simplemente no quiere afrontar, eso, ya convierte a sus artistas en vanguardistas, porque nos da una visión diferente que rompe con nuestros conceptos de la moral implantada por tantas generaciones que ahora, finalmente, nos damos cuenta de que no sirve para nada.

Gracias a estos y tantos otros aspectos la novela merece ser leída y la película merece ser vista. Son grandes obras sacadas de la mente de estos argentinos que siguen otorgándonos la dicha de descubrirlos y crear mundos dentro de mundos…y así.