Cruella

Cruella - Neon Films

© Imagen obtenida de las imágenes promocionales oficiales de «Cruella»

Con la esperanza de encontrar un sentimiento de reconfortante y sana nostalgia, me atreví a ver Cruella. La nueva película del australiano Craig Gillespie (I,Tonya, Lars and the real girl), protagonizada por una de las actrices menos apreciadas por mí -aunque Hollywood no siente lo mismo-, Emma Stone.

Cruella habla sobre la vida de una de las villanas favoritas del cine, la antagonista de Anita y Roger en One Hundred and One Dalmatians de Walt Disney (1961), donde se nos presenta a una mujer despiadada dispuesta a cualquier cosa con tal de llevarse a los cachorros de la familia para convertirlos en un abrigo.

En 1996, Glenn Close interpreta a Cruella en el live-action 101 Dalmatians y luego en su secuela en el 2000 (102 Dalmatians), en este caso siendo la directora de una firma de moda obsesionada con los abrigos de piel, quien se reencuentra con su amiga de la infancia, Anita, para comprarle sus cachorros con el fin de convertirlos en abrigo, de la misma manera que en la película original.

Cruella - Neon Films

© Fotograma obtenido de la película «101 Dalmatians»

Cruella, de 2021, relata la historia de Estella, una niña rebelde de cabello blanco y negro que siempre se destacó no sólo por su look sino por sus travesuras. Al ser expulsada del colegio, su madre la lleva a Londres, ciudad donde cree que Estella se sentirá más cómoda y donde podrá, con suerte, cumplir su sueño de convertirse en una reconocida diseñadora de modas.

Una serie de eventos desafortunados llevan a Estella a encontrarse con dos chicos de la calle quienes se convertirán en su familia.  Al crecer, tiene la oportunidad de trabajar en una gran casa de moda, bajo el mando de la Baronesa von Hellman, quien le servirá a Estella como motor e inspiración para convertirse en quien es realmente, en quien siempre fue en su interior, dándole paso a la villana que hoy todos conocemos.

Emma Stone, es…Emma Stone. Dentro de la piel de Estella sigue siendo insípida. Stone no me parece una mala actriz, pero tampoco una buena. Al principio de la película su actuación es igual al resto de sus trabajos, pero en este caso, eso que yo tacho como defecto alimenta al personaje de manera formidable, ya que el personaje de Estella busca apagar o de cierta manera disminuir la chispa problemática que lleva por dentro.

Cruella - Neon Films

© Fotograma obtenido de la película «Cruella»

Todo se transforma cuando Stone entra en la piel de Cruella. Creo que funciona tan bien porque esta actriz a mi parecer, sobre actúa demasiado, sus miradas, su respiración, sus movimientos, todo se ve estudiado y pensado, pero funciona perfectamente cuando se deja ver con su cabello blanco y negro, cuando su actitud cambia y se convierte poderosa, fuerte e imparable, con un muy bien logrado acento británico.

Estella siente la necesidad de acudir a un alter ego para poder sacar lo que siempre llevó dentro, y ese alter ego es la despiadada Cruella, quien debe sobre actuar su forma de ser, debe exagerar sus gestos, su risa, debe imponerse y ser más grande que todos. Ese espectáculo, estudiado y analizado, que Cruella crea para que el mundo la vea, a Stone le va de maravilla porque esa es su manera de actuar. La exageración se convierte en su mejor aliada y este personaje le cae como anillo al dedo.

Como era de esperarse, muchos han caído en la tentación de comparar a Emma Stone con Glenn Close, pero creo que no pueden compararse. Las dos interpretaron a Cruella, sí, pero ambas Cruella están en momentos distintos de su vida. Emma interpreta sus inicios, el pleno descubrimiento de quién es, en quién se quiere convertir y qué quiere representar. Se encuentra en el Londres de los años 70, donde la influencia punk es lo que dictará su manera de vestir y su estilo. Glenn Close, por su parte, interpreta a la villana ya formada, a una mujer con su identidad definida, segura de sí misma y de lo que desea, donde ya no tiene que exagerar ni sobre actuar porque los gestos, la risa y esa influencia punk ya son parte de ella.

Cruella - Neon Films

© Fotograma obtenido de la película «Cruella»

Es la misma mujer en diferentes etapas de su vida, por ello creo que no es justo compararlas. Ema y Glenn realizan un trabajo formidable, y ambas son productoras ejecutivas de Cruella.

Raramente el crédito va a una sola persona y en esta película, la perfección se comparte con su exquisita contra parte, la Baronesa, interpretada por la inigualable Emma Thompson. Su personaje es delicioso. Egoísta y narcisista, la Baronesa es respetada y temida por todos, incluso por Estella. Cuando la vi por primera vez, tuve miedo de que fuese una imitación del personaje de Meryl Streep en The Devil Wears Prada, pero qué equivocada estaba. Thompson hace suyo ese papel, sin dejarle oportunidad a nadie más para que lo interprete. Es ella la intimidante Baronesa, hermosa y elegante, con los mejores diálogos de toda la precuela.

La película es un deleite visual. Es una producción increíble en su totalidad. Absolutamente todo brilla, desde los diálogos, a la música, las interpretaciones, la fotografía, el vestuario, todo es…Disney. Es realmente una película para relajarse, pero al mismo tiempo es pura calidad visual. Si hay algo negativo puede que sean algunos de los diálogos de los personajes Horace y Jasper, los amigos de Estella, quienes se esfuerzan demasiado por hacer reír y se vuelven un poco ridículos a ratos, pero de resto, es una maravillosa mezcla de sensualidad, feminismo, moda y poder.

Para los amantes de esta cruel villana, sólo tengan algo en mente: Es una Cruella en proceso de construcción. Y para quienes no la conocen, les presento una de las mejores villanas de la historia del cine: Cruella de Vil.

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