Fotograma obtenido de la película «Yesterday»

¿Quién puede imaginar un mundo donde los Beatles nunca existieron? Donde “Let it be”, “Yesterday” y “Hey Jude” nunca resonaron en nuestras radios y en nuestros corazones. Donde a John Lennon nunca lo asesinaron, simplemente porque nunca existió.

Arriesgada y original forma de homenaje la que el británico Danny Boyle (Slumdog Millionaire, 2008) quiso hacerle a los Beatles: rendirle tributo a una de las más grandes bandas de todos los tiempos haciéndola desaparecer por completo del mapa en Yesterday.

Jack Malik (Himesh Patel) es un cantante frustrado y justo cuando decide tirar la toalla es atropellado por un autobús. Accidente ocasionado debido a un problema de electricidad que afecta al mundo entero. Cuando Jack despierta, todo parece igual, excepto una cosa: nadie conoce a los Beatles.

Para un músico frustrado esto puede significar dos cosas: la entrada a una depresión o aprovechar la amnesia general y apoderarse del talento de la banda británica.

Fotograma obtenido de la película «Yesterday»

Una prueba de consciencia moral, una crítica a la industria musical actual, los elementos básicos de una comedia romántica y el perenne y nostálgico pensamiento de que el pasado siempre es mejor, hacen de esta historia un viaje lleno de buena música junto a colores y movimientos un tanto parecidos a las letras de Lucy in the Sky with Diamonds.

Yesterday, más que una película sobre el ayer, es una película sobre el presente y la constante búsqueda de un mañana parecido a los buenos tiempos pasados, donde en este caso, los Beatles nunca tuvieron la oportunidad de mostrarse al mundo. Pero no se trata únicamente de la desaparición de los Beatles como músicos sino todo que representaron cuando fueron escuchados. Más allá de la calidad de sus discos, de su imagen y de su claro aporte a esta industria adelantándose años en sus arreglos musicales, la Beatlemanía se trató de un movimiento sociocultural importante en la década de los 60, donde se buscaba la paz y se cuestionaban las guerras, donde se alzó el deseo y el alcanzar el amor y el sexo libre eran vistos como el derecho y la necesidad del ser humano. Su manera de ver el mundo se adelantó para su época y basado a estos ideales se creó una sociedad con pensamientos renovados y nuevas visiones de la vida y del hombre.

En un mundo donde los Beatles no hubiesen existido nunca, ¿qué habría pasado con todo esto? Seguramente hubiesen existo otros líderes, o quizás no. Esto, para mí, es el corazón de la película, el preguntarse de manera general sobre el impacto social y cultural de un mundo sin John, Paul, Ringo y George tal y como los conocemos. No con esto quiero decir que no se hubiesen cuestionado los mismos temas en algún momento, pero hubiese sido diferente, quizás mucho más tarde y en otros contextos. No lo sabremos nunca, pero personalmente, creo que esto es lo que envuelve el éxito del film, sin dejar de lado la estética a ratos original y la música, siempre perfecta.

Fotograma obtenido de la película «Yesterday»

Además de dejar en evidencia la vida sin una de las bandas más influyentes de la historia, también elimina cosas comunes de nuestra vida actual tan aparentemente banal como la coca-cola. Parece como si Boyle quisiera acabar con todas las cosas que nos atan de una manera u otra, la coca-cola siendo un adictivo nocivo para nuestra salud y los Beatles, tan adictivos que, de caer en ciertas estructuras psíquicas, pueden florecer en ella instintos asesinos, tal y como lo ha demostrado lo que en efecto sí pasó, que nadie puede cambiar y que nadie olvidará.

Sabiendo esto, me pregunto, ¿es realmente mejor el pasado?