The Florida Project

The Florida Project - Neon Films

Fotograma obtenido de la película «The Florida Project»

Esta película, además de ser una plantilla de colores vibrantes, cuenta con una serie de actores los cuales todos merecen ser galardonados. Lamentablemente, sólo uno llegó a ser nominado y es el caso de Willem Dafoe como Mejor Actor Secundario en los Premios de la Academia en el 2018. Pero lo cierto es que ninguno de los brillantes colores de esta cinta se compara con el brillo que emana la pequeña Brooklynn Prince, que en caso de que deba haber un sólo nominado, para mí, ella es la elegida.

La historia es sobre una joven madre soltera, Halley (Bria Vinaite) y su extrovertida hija, Moonee, (Brooklynn Prince) quienes viven en un motel en Florida, cerca de Disney World, a donde la niña no necesita ir para divertirse ya que su vida es una aventura que ella misma se inventa. La vida dentro de un castillo morado como hogar, rebosa de ideas su imaginación y junto con otros niños, no hacen más que ser pequeños rebeldes que se escapan de su casa para hacer travesuras, como burlarse de la gente y pedir dinero en la calle para comprar helados. Una niña de acero como centro de esta historia y una madre que apenas puede cuidar de ella. Y, por último, el conserje del motel, interpretado por Dafoe, quien cumple un rol paternal, velando por las chicas y cuidando de igual manera de todos los habitantes del motel. Dentro de lo que parece un mundo de fantasía, la realidad de la vida ataca hasta los más pequeños que con una gracia imposible de actuar, sobrellevan los problemas que les toca enfrentar día tras día.

The Florida Project - Neon Films

Fotograma obtenido de la película «The Florida Project»

Una linda historia que nos deja ver entre luces de neón, la complejidad de aquella parte de la sociedad que no cumplió el famoso sueño americano y a su vez, la visión de una pequeña que por no haber conocido nada más, siente que su vida en aquellas condiciones, es simplemente ideal. Un motel lleno de sueños que se ven contenidos en las paredes moradas que lo soportan, sin posibilidad de materializarse por cuestiones de nacionalidad y de clases sociales.

Sean Baker, que nos consuela con esta preciosa representación de la infancia, es un director independiente, reconocido por su aclamado film Tangerine, quien poco a poco, nos va revelando la parte más humana de cada uno de sus personajes, los cuales se muestran duros al principio, como si nada pudiese herirlos: la niña con un carácter fuerte y líder entre sus amigos, se quiebra en cuanto se da cuenta que no sólo quieren alejarla de su madre, sino que perderá a su mejor amiga. La mamá, quien vemos al principio del film como una figura casi ausente y con poco interés por su hija, va rompiéndose en pedacitos con el paso de los minutos, pedazos que debe dar a otros para poder mantener a su hija, y el conserje quien empieza a mostrar su lado más noble.

The Florida Project - Neon Films

Fotograma obtenido de la película «The Florida Project»

La espontaneidad y la veracidad con la que el lente de Baker capta la inocencia y fragilidad de sus personajes es impresionante, los encierra en este mundo de fantasía fomentada por ese famoso parque de atracciones, el cual no representa más que una utopía para niños y adultos, que Baker contrasta con una habilidad incomparable con la realidad, para mostrarnos que aquel lugar no es más que una quimera y que ese motel es el verdadero Estados Unidos, lleno de inmigrantes, madres solteras y sueños rotos.

Uno de los puntos fuertes de esta obra y que personalmente creo que la hace una rara y especial perla, es que su director es capaz de mostrarnos lo más sombrío del estilo de vida que viven sus personajes por medio de colores tan luminosos que resulta imposible creer que exista un lado oscuro. Baker quiere plasmar la idea de lo que se ve opacado por los colores pero que está ahí, que se decora de manera muy hermosa pero que por dentro se pudre.

Al final, considero que esta película más que la representación fallida del sueño americano, es un proyecto -tal y como lo apunta su nombre- para mostrar que no todo lo que brilla es oro y que, hasta lo más hermoso desde los ojos de la inocencia, puede en realidad, ser devastador.

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