Once Upon a Time in Hollywood

Once upon a time in Hollywood - Neon Films

Fotograma obtenido de la película «Once Upon a Time in Hollywood»

Hollywood, 1969.

Un film de categoría X gana los Premios de la Academia como Mejor Película (Midnight Cowboy), Al Pacino hace su debut en la pantalla grande en la cinta Me, Natalie de Fred Coe e integrantes de la secta “La Familia” liderada por Charles Manson asesinan a Sharon Tate, actriz y esposa del aclamado director, Roman Polanski.

Hechos relevantes sucedían en el Hollywood del 69 y Tarantino decide centrar en dicho año su novena película Once Upon a Time in Hollywood. Entre hippies, sectas y como siempre, violencia, el director relata la vida de un actor (Leonardo DiCaprio) y su doble (Brad Pitt) tratando de sobrevivir al medio, mientras entrelazan superficialmente caminos con una Sharon Tate (Margot Robbie) en proceso de convertirse en una superestrella con casi nueve meses de embarazo.

Entre otras cosas, Once Upon a Time in Hollywood es una ventana a la vida real de los estereotipos marcados que conforman la utopía de esta industria, desde actores en decadencia, pasando por directores exitosos a dobles de acción. Es poner frente a nuestros ojos la falsedad y superficialidad de un mundo soñado y la absurda realidad en la que viven estas personas, indagando al mismo tiempo, en la parte más humana de los mismos: sus inseguridades, miedos y delirios ligados a la fama.

Once upon a time in Hollywood - Neon Films

Fotograma obtenido de la película «Once Upon a Time in Hollywood»

La cinta nos ofrece hermosas tomas de un DiCaprio en todo su esplendor, robándose la cámara por completo. Histérico, inseguro y egocéntrico, su personaje Rick Dalton se encuentra en decadencia tanto moral como profesional y acude cada vez que tiene un problema a su fiel amigo Cliff Booth, quien también resulta ser su doble. La casa de Rick, situada en Cielo Drive, se encuentra muy cerca de la casa rentada de los Polanski, a quienes cruzan esporádicamente sin hablarse.

Brad Pitt, a quien no suelo elogiar, cumple con un rol secundario magnífico, la magia de Tarantino como director le cae bien y quedando siempre en segundo plano, deja entrever su lado sarcástico y desolado, divertido y triste. La construcción serena del personaje de Pitt lo posiciona dentro de la historia como un pilar fundamental para el desarrollo de la misma, sin él, el personaje de DiCaprio no podría existir, pero Cliff Booth puede existir por sí solo. Margot Robbie por otro lado, no deja ver mucho más que sus piernas, quienes son más protagonistas que la propia Sharon Tate y es aquí donde el corazón se me rompe un poquito: demasiado alarde publicitario para un personaje tan soso. Con importancia temática, sí, elemento narrativo importante, sí, pero terriblemente aburrido.

Supongamos que Quentin lo hizo para vender la película, la cual se vende por sí sola con sólo nombrar a Pitt o a DiCaprio y si a esa vamos, se vende con sólo saberse de Tarantino, pero como una Oda satírica de necesidad casi básica, Hollywood debe venderse con una mujer. Y a manera burlesca del estereotipo al que Hollywood nos tiene acostumbrados o porque los malos hábitos se pegan, Tarantino vende a Margot Robbie, para bien o para mal y de igual manera en la que se vendió la belleza de Tate en su momento.

Once upon a time in Hollywood - Neon Films

Fotograma obtenido de la película «Once Upon a Time in Hollywood»

Después de disgustarme este hecho y luego de haber intentado entender de qué lado se posiciona Tarantino en este caso (sin encontrar respuestas), comencé a desesperarme al ver que la cinta tomaba un rumbo diferente al que yo pensaba: ¿Dónde está Charles Manson? Me preguntaba, ansiosa por ver escenificado el mito de uno de los asesinos en serie más célebres del mundo. Veía a Sharon Tate disfrutar de su película, a los hippies de “La Familia” esperando que algún carro los llevara devuelta al Rancho, pero no veía ni sentía ninguna angustia con respecto a lo que pensé que estaba a punto de suceder.

Pero lo cierto es que Tarantino hace lo que quiere con la historia y con la realidad de los hechos, y esto es lo que lo hace imperial. Un poco larga, sí. Innecesariamente larga, a mi parecer, y a pesar de no tomar los rumbos que yo imaginaba y sentirme decepcionada por el rol de Sharon Tate en el film, sólo puedo decir que Tarantino, DiCaprio y Pitt, hacen un equipo de mentes maestras absolutamente genial.

La cinta es un tributo a Hollywood y a todo lo que esta industria le ha permitido crear a Tarantino, quien con un poco de suerte además de su evidente talento, ha conseguido que dicha industria lo acepte, lo respete y lo aclame tal y como es artísticamente, lo que no han logrado muchos autores.

Hollywood es para Tarantino un mundo donde su creatividad ha explotado en el sentido más literario de la palabra, donde los límites los ha marcado él y lo demuestra deformando historias, haciéndolas suyas y transformando el pasado. Es ahí donde se encuentra la genialidad de este hombre, y esta película, es un noveno recordatorio de que Tarantino pasa a la historia como un como un referente cinematográfico de culto, y esa parte de la realidad, no se puede cambiar.

 

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